Siempre me atrapó el latido de mi CIUDAD: Intenso, ruidoso, cómplice. No me ha dejado nunca de sorprender como en ese cruce de caminos fluyen y chocan a diario realidades dispares, que pasado un tiempito, Madrid las asume como propias y terminan formando parte de sus peculiaridades y de su historia. Su contagiosa vitalidad, su complicada agenda, sus prisas, sus calles, han sido por años las musas de mi tinta. Pero cuando la pandemia la atacó, bajo el grito de QUEDATE EN CASA, MADRID pegó el cerrojo a sus comercios y vació sus calles en un silencio tan triste como agónico. La falta de vida en sus esquinas, nos mostraba la gravedad de su estado.
Después de cuarenta días confinada en mi azotea, los expertos nos empiezan a dar buenas noticias. YA ERA HORA!! Madrid está en vías de recuperación, informan, así como del calendario de visitas para su población...
Elegí la mañana del domingo, siempre me ha gustado.... Solita, vistiendo ropa de deporte, me acerqué a pasarla la mano, pero aluciné al encontrarme frente a un Madrid más sano, jovial y fuerte del que dejé. Cuarenta días y cuarenta noches sin coches, aviones, noches, espectáculos, fábricas y, porque no decirlo, sin nosotros....habían conseguido el MILAGRO.... Se había desecho de esa boina gris de contaminación que la apagaba, y sus pulmones lucían limpios, blancos. Bicicletas y peatones se habían convertido en los amos de sus calles y las prisas les habían abandonado. Poseía una luz tan bonita, esa de la que mis padres siempre me habían hablado. La bulla de los bares se había trocado en competiciones de canto de pájaros. Plantas y árboles lucían fuertes, verdes con sus hojas con un brillo espectacular, hasta el olor de Madrid era distinto, tenía perfume a campo.... Hice fotos, videos. Marché a casa canturreando....
Ojalá las máscaras y la distancia no se conviertan en compañeros habituales de vida, pero cuando se reabra las industrias, y los bares, y los jóvenes inunden sus noches, NO OLVIDEMOS y sepamos valorar nuestro esfuerzo en el renacer de nuestro Madrid, que vuelva a ser loco, divertido, bullicioso, pero... LO NECESITO SANO.
