"...Hoy, al volver la vista atrás, alzo mi copa y brindo
por los días no señalados en el calendario,
por la RUTINA, por su labor silenciosa.
POR LOS SIN NOMBRE!! POR ESA MAYORÍA
QUE MARCA LA DIFERENCIA!!"
Cuando te integras en una realidad que no es tuya, necesitas encontrar tu lugar. Yo en La Habana lo conseguí gracias a personas que sin ser sangre, llegaron a ser FAMILIA, con mayúsculas. Milagros lo era. Se integró en mi día a día para cuidar con un cariño y una dedicación inmensa a mis dos amores Y QUE BIEN LO HIZO.!! De mi papá fue enfermera y abuela consentidora de mi hija.
MÁGICA MILAGROS... Cubana cien por ciento. Experta en colar café, acariciar con su risa, y. exprimir el néctar de lo cotidiano. Intuitiva, escuchaba y aconsejaba como nadie. Centro de nuestras rutinas. Alma en las fiestas. Farandulera, divertida, brillante. Fanática de los Vang Vang y el Médico de la Salsa. Mi Habana no hubiera sido la que fue, si Mili no hubiera formado parte...
Cuando regresamos a Madrid y ella quedó en La Habana, pensé que la perdía. Difícil mantener el contacto con alguien alérgico a las nuevas tecnologías, que se negó siempre a manejarse con el móvil, pero.... GRACIAS A DIOS, a sus ochenta años, puso ganas y aprendió a usar el whatsap. Nutrimos con audios, fotos, la colaboración de Ludmila, de Jenry, nuestra comunicación. Habiendo ganas y amor, el oceano, de alguna manera, dejó de ser un obstáculo.
Hoy se me va un pedazo de mi Habana. Alguien que era el néctar de nuestras rutinas, la gurú de lo cotidiano. DESCANSA EN PAZ, MILAGROS!!
